Al igual que el mes pasado, el Municipio de Morón sufrió un nuevo hackeo en sus redes informáticas.

Otra vez sopa: hubo un nuevo hackeo al Municipio de Morón. El anuncio se produjo este domingo, donde se confirmó un ataque a las redes informáticas y telefónicas que utiliza para el funcionamiento de todas sus áreas. El hecho se registró justo cuando se terminaba de recuperar el daño generado por el hackeo semanas atrás, que afectó a todos los servidores de la comuna.

“EL nuevo hackeo se da en momentos en el que el sistema informático municipal, que incluye el Palacio Municipal y todas las dependencias descentralizadas, se encontraba casi totalmente normalizado. Luego del complejo y pormenorizado trabajo que se llevó adelante para restituirlos. Luego de haber sido hackeado semanas atrás”, confirmó el Municipio.

Cabe destacar que desde el Gobierno local confirmaron que los sistemas de la comuna, con todos sus servidores, tienen copias de seguridad y backups diarios. De esta manera, ya se está trabajando para la normalización de los servicios en los próximos días.

Asimismo, al igual que en el anterior ataque, nuevamente se vieron afectados todos los sistemas informáticos y las líneas telefónicas que utiliza la Municipalidad. De esta forma, los vecinos no tienen la posibilidad de acceder a cualquiera de los servidores en los que están asentados los programas, aplicaciones, registros y datos.

El anterior hackeo al Municipio de Morón

Este proceso, que secuestra y encripta datos para luego extorsionar a las víctimas, ha dejado a la comuna y a sus habitantes sin acceso a importantes servicios y plataformas digitales.

El incidente, que se descubrió en las primeras horas del día, ha impactado en la totalidad de los sistemas informáticos y líneas telefónicas utilizadas tanto por el Municipio como por los vecinos. Aplicaciones cruciales como Morón a Mano y la página web municipal han quedado inaccesibles, impidiendo a los usuarios realizar trámites en línea o presentar reclamos.

Según fuentes oficiales, el ataque fue acompañado de una exigencia de rescate, en la que los responsables afirmaron haber cifrado todos los datos y ofrecieron una solución a través de un programa de descifrado alojado en la red oscura, conocida como Tor, un espacio habitualmente asociado con actividades criminales en línea.