El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el Gobierno de Javier Milei inició negociaciones con empresas privadas para la venta de Aerolíneas Argentinas: “Debido a los persistentes paros convocados por el gremio que conduce Biró, que afectaron a cerca de 40.000 pasajeros, el Gobierno Nacional ha iniciado conversaciones con empresas privadas para que se hagan cargo de la operación de Aerolíneas Argentinas”.

Le estamos queriendo transmitir a los gremios que no tienen ninguna posibilidad de ganar la discusión, si otros sectores recurren a una estrategia ilegal, este método se puede volver a usar”, expresó Adorni.

A la discusión también se sumó el expresidente Mauricio Macri que en un extenso comunicado a través de X, manifestó: “Por el bien de todos los argentinos, lo que necesita Aerolíneas Argentinas es un plan de desarme urgente. La situación actual es una ruina sin salida. Los convenios colectivos de APLA (pilotos); APTA (mecánicos y despachantes) y AAA (representante de los tripulantes de cabina) estipulan privilegios insostenibles y vergonzosos”.

Biró y sus socios han estafado demasiados años a los argentinos, incluso a aquellos que no vuelan, bajo la falsa bandera de soberanía y el concepto anacrónico (y costoso) de aerolínea de bandera.  Son ellos quienes se encargaron de que hoy se vuele poco, de que sea caro, que haya menos conexiones entre provincias y principalmente, de hostigar descaradamente a la competencia para mantener sus beneficios”, continuó el lider del PRO.

A través del mismo comunicado, el exmandatario aseguró que la mayoría de las pérdidas se dieron en las rutas internacionales, donde “tiene todavía menos sentido que los argentinos subsidien conexiones que existen de todas formas, porque en todas hay competidores con tarifas similares que le cuestan cero a los argentinos”. 

Macri remarcó que “la Revolución de los Aviones que vivimos entre 2015 y 2019 nos dejó una lección a todos: lo importante no pasa por quién es el dueño, sino porque la aerolínea funcione. Y funcionar es simplemente tener que hacer lo que hay que hacer sin costarle un peso a los argentinos. Insólito, pero todavía hay que explicarlo”.

“El gobierno actual encara una política semejante, respondiendo el mandato social que pide responsabilidad fiscal y la reducción del Estado exagerado al que nos sometió el kirchnerismo por años.  Hoy, en el camino correcto que implica de manera urgente dejar de solventar el déficit de Aerolíneas con impuestos”, manifestó.

LAS ALTERNATIVAS DE MACRI

El expresidente publicó sus alternativas para la empresa Aerolíneas Argentinas:

En primer lugar, iniciar un proceso de quiebra, que permite dos opciones, la continuación de la empresa luego de reestructurarla (no se trasladan al adquirente los viejos convenios colectivos) o la realización de sus bienes. En segundo lugar, destacó la “escisión de la empresa en dos (o tres) nuevas, una aérea y otra de servicios en tierra, también con nuevos convenios colectivos”. El último camino para Macri es “la rápida reducción de la empresa y la liquidación de sus activos por separado: los aviones a las nuevas ingresantes del mercado, los simuladores, el área de mantenimiento y la empresa de rampa por otro“.

Pero no solo se limitó a hablar del funcionamiento económico de la empresa, también se pronunció acerca de los trabajadores: “Aunque la mayoría de los empleados de la empresa sean excelentes profesionales y buenos trabajadores, no dejan de ser rehenes de unos pocos que no quieren que la empresa funcione. Aerolíneas Argentinas tiene activos humanos de primer nivel y materiales de interés sustancial para competidores del sector aéreo: aviones, talleres, infraestructura, simuladores”.

En este sentido, hizo la comparativa con el caso de VARIG en Brasil, donde sus empleados pudieron insertarse en el mercado dentro de las aerolíneas que hoy vuelan más rutas y son más accesibles para la población.

Finalmente, el líder del PRO pronunció que “hay frente a nosotros dos caminos. Uno es un país conectado, con opciones y pasajes baratos, donde miles de personas pueden subirse por primera vez a un avión y donde los argentinos se reencuentran con sus familias en cada una de las provincias sin costarle un peso a la sociedad, o un país donde Biró y sus socios siguen manejando nuestras vidas con el dinero de nuestros bolsillos para mantener sus beneficios. ¿Cuál vamos a elegir?”

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