Durante las primeras horas, quizás madrugada de este sábado 4 de marzo, la municipalidad de Moreno, con maquinarias y personal, ingresó al predio ubicado sobre la calle Merlo entre Corvalán y Remedios de Escalada de San Martín, tierras pertenecientes a la Universidad Nacional de Moreno destinadas para la ampliación y reubicación de la Escuela Politécnica de la Universidad Nacional de Moreno. Ese terreno está en disputa ya hace meses entre la municipalidad de Moreno y la Universidad.
Las diferencias entre la municipalidad y la Universidad por el destino de ese lugar son sensibles. Mientras la casa de altos estudios apunta a la construcción de un Instituto Tecnológico la administración local impulsa el armado de un denominado Polo Educativo (el cartel colocado este sábado lo bautizó “Sandra y Rubén”) que albergará no escuelas sino oficinas administrativas de educación y el Consejo Escolar de Moreno.
Sin mediaciones con la gestión de la Universidad, sin acuerdos ni propuestas superadoras, el gobierno de Mariel Fernández usurpó las tierras a la fuerza, ingresando con su equipo de trabajo sin pedir permiso ni avisar del hecho. La comunidad educativo se dio cuenta del hecho pasada media mañana cuando el cartel de “Polo Educativo Sandra y Rubén” ya estaba colocado.
El conflicto tuvo una nueva escalada. Días atrás la justicia Federal indicó que las diferencias deben resolverse a través del diálogo entre las partes y en la resolución determinó sobre la propiedad que “sería en última instancia el Estado Nacional el originario titular del inmueble en cuestión”.
El gobierno de Axel kicillof habilitó la inscripción de las tierras en el Registro de la Propiedad Inmueble a favor de la municipalidad de Moreno, en febrero de este año. Este es el argumento principal por el cuál la comuna realizó el abrupto ingreso esta mañana. Las cámaras de seguridad de la UNM muestran la irrupción. Luego entraron más trabajadores municipales y diversas máquinas.
Las familias de la ESPUNM tomaron con profundo dolor el accionar del gobierno local y se sintieron desamparados e ignorados. La intendenta local Mariel Fernández jamás recibió a los padres ni a sus familias. Se hicieron escuchar por las redes sociales comunicando el hecho.