La variante Ómicron es catalogada como una “enfermedad leve” por el poco porcentaje de ocupación en las terapias intensivas de todo el mundo, pero a pesar de esto la preocupación de los expertos ahora se orienta a la cada vez mayor detección de casos de “Covid-19 prolongado”: es decir, cuando una persona infectada con el virus registra síntomas compatibles con la afección por un período de seis meses, o superior.

El “Long Covid-19” lleva a que los afectados tengan dificultad para respirar, fatiga, fiebre, mareos, diarrea, palpitaciones, dolor muscular y abdominal, cambios de humor, dificultades para dormir, pérdida de gusto y olfato por un tiempo mucho mayor del promedio. La preocupación por esta condición se da por el hecho de que, por ejemplo en el caso del Reino Unido, un informe de la Office for National Stadistics (ONS) informo que aproximadamente 1,3 millones de personas (lo que representa el 2% de la población del país) informaron “covid-19 prolongado, al 6 de diciembre de 2021. La mayoría de las personas que presentaron este cuadro son de entre 35 y 69 años, mujeres, viven en zonas desfavorecidas, trabajan en sanidad, asistencia social o docencia, o padecen una enfermedad preexistente.

Aún no se tienen respuestas acerca del porqué de estos casos, mas allá de que se están realizando diversas investigaciones al respecto: el hecho es que la masividad de Ómicron podría favorecer a que se multiplique la cantidad de personas que padecen esta condición. Es por esto que se ha instado a las poblaciones de todo el mundo a que sigan con rigurosidad todas las medidas sanitarias que se implementaron hasta este momento.