La reconocida y exitosa pianista argentina Martha Argerich vuelve al país para presentarse en el Teatro Colón con un ciclo de espectáculos.

Martha Argerich, el nombre más destacado de la historia de la música académica argentina con resonancias planetarias, ofrecerá una serie de conciertos que arrancan este viernes y concluyen el sábado 20.

En este ciclo, denominado Festival Argerich, la intérprete se presentará en distintos formatos y abarcando obras de diferentes compositores, que dibujan un arco de Berlioz a Bach.

En los distintos conciertos, Argerich se presentará junto a destacadas figuras del panorama de la música clásica mundial como su exmarido, el director de orquesta Charles Dutoit, el pianista coreano Dong Hyek Lime y el armenio Sergei Babayan, con las orquestas Filarmónica y Estable del Colón.

Los conciertos contarán con la participación del prestigioso director de orquesta Charles Dutoit, la hija de ambos, la actriz Annie Dutoit-Argerich, y los pianistas Sergei Babayan y Dong Hyek Lime, entre otros.

Las entradas pueden conseguirse a través de la web oficial del Teatro Colóncon valores que van desde los $ 1.300 hasta los $ 30 mil, según la ubicación elegida.

Martha Argerich nació en Buenos Aires el 5 de junio de 1941 y tuvo a su madre como primera maestra de música.

En 1955, el presidente Juan Perón envió a su padre como agregado económico a la embajada en Viena (Austria) con el objetivo de asegurarle a Argerich la mejor educación musical.

Allí comenzó a estudiar con el maestro austríaco Friedich Gulda, su mentor. Más tarde, en Ginebra, continuó sus estudios con Madeleine Lipatti y Nikita Magaloff. En Buenos Aires, Vicente Scaramuzza los había precedido en la misma tarea de contener el espíritu rebelde de la alumna.

En 1957 ganó el Premio Busoni de Bolzano y el concurso de Ginebra; en 1965 se adueñó del premio Chopin de Varsovia. A los 24 años ya era una pianista reconocida internacionalmente.

A principios de los años 80, Argerich decidió no hacer más presentaciones como solista y así lo cumplió hasta marzo de 2000 cuando tuvo una triunfal reaparición en el Carnegie Hall de Nueva York. Desde entonces selecciona con rigor cada una de sus presentaciones en público.